31 de Octubre 2010
El viernes, por fin, llegó el gran día.
En junio, mis hijos me había regalado unas entradas para ver a Sting con la Royal Philharmonic Orquestra de Londres.
Nils, mi hijo, me acompañó a Barcelona y pasamos una noche muy bonita.
Todo fue perfecto, precioso y mágico.
Otro recuerdo precioso para guardar en mi "cajita de los recuerdos que tengo que contar a mis nietos".
1 comentario:
Ya nos contaras,supongo que lo pasasteis genial madre e hijo
un besico
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